lunes, 18 de noviembre de 2013

CONSEJOS CLAVES PARA USAR BIEN LAS TICS EN EL AULA

Las TIC para que realmente puedan tener un uso educativo deben ser bien utilizadas y sacarles el máximo rendimiento. Para ello, es fundamental que se utilicen como un medio y no como un fin. “Primero se debe pensar ‘qué’ se quiere enseñar y ‘cómo’ se quiere enseñar y, después, ‘con qué’ medio: si la pizarra digital, la tableta o cualquier otro medio tecnológico que se considere adecuado”, según explica Javier Arróspide, profesor de Tecnología en el Colegio Internacional SEK el Castillo. Según Javier Arróspide “un método malo no se vuelve bueno sólo por usar las nuevas tecnologías. Por ejemplo, si enseñas a resolver ecuaciones diciendo que el más pasa al otro lado como menos, puedes diseñar una presentación dinámica en la pizarra digital, pero no les estás explicando bien a los alumnos por qué eso debe ser así”. Además, en el uso de las TIC en el aula es muy importante que las actividades estén diseñadas paraque haya una fase de investigación previa y otra de reflexión posterior. “Los alumnos de hoy en día están muy acostumbrados a la inmediatez de la información. Pero una información que no se sabe filtrar y sobre la que no se sabe reflexionar, no aporta nada”, asevera Arróspide. Una opinión que también es compartida por Jorge Casesmeiro, miembro del Colegio Profesional de la Educación, quien afirma que “falta por incorporar enseñar a pensar, a desarrollar un espíritu crítico, que se favorezca una madurez en el pensamiento y enseñar a escoger, a cribar, porque hay herramientas que ofrecen información pero hay que enseñar a escoger lo relevante”. Fundamental es también que se haga un esfuerzo por que las TIC les ayuden a profundizar en lo que los alumnos estén aprendiendo y a entender las cosas de forma activa, porque “igual de malo es limitarse a copiar lo que dice el profesor que limitarse a copiar y pegar lo que dice la Wikipedia”, afirma Javier Arróspide, quien explica que “los alumnos de hoy están acostumbrados a recibir información constantemente y desde todos los lugares como WhatsApp, Facebook, Twitter… Casi nadie hace ya sólo una cosa cada vez. Sería importante entrenarlos para ser capaces de concentrarse en una sola cosa para así poder hacerlo, por lo menos, cuando quieran profundizar en algo. Se trata de que puedan ser tanto multitarea como monotarea y saber cuándo ser una cosa y cuándo otra”. Y, por supuesto, no puede faltar la motivación del alumno porque para que “esas herramientas sean multiplicadoras, el alumno tiene que tener una actitud hacia el aprendizaje. En muchos casos, los alumnos dan un uso lúdico y no entienden las TIC como una herramienta para desarrollar el aprendizaje de matemáticas o el arte”, matiza Pedro Santamaría, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid. Pero estas claves de poco sirven si realmente la implementación de las TIC en el aula no pasa por una cultura en el centro y con unos fines educativos y se introduce esa cultura con improvisación. De esta manera, “una vez que el centro emprende ese camino se trata de formar al profesorado, que es fundamental porque los cambios de modelo sin acompañamiento están fracasando porque se tienen buenos medios pero falla el sistema”, afirma Jorge Casesmeiro, miembro del Colegio Profesional de la Educación de Madrid, quien incide en la importancia de, “ante el cambio de modelo, plantearse qué se quiere conservar de los medios anteriores y lo que se quiere realizar con las TIC”. Además, también es importante que en el uso de las TIC no se olvide que la virtualización de la experiencia tiene un componente de desconexión con la realidad más inmediata, y que se siga ejercitando la memoria porque el hecho de disponer de la información a través de Internet o de buscadores como Google está impidiendo que se ejercite realmente. Y, por supuesto, se debe transmitir la importancia de la intimidad y la privacidad ante el auge de diversos medios y herramientas en las que las personas están sobreexpuestas. Y, todo ello, debe ir acompañado de compenetración entre los equipos docentes, el centro y la familia. Precisamente, la familia juega un papel fundamental porque “la educación previa debería empezar en ella. En su seno tendrían que hacerse una serie de prácticas ya educativas en las que se les de una utilidad adecuada a las tecnologías y no sólo como un recurso lúdico. Tiene que haber una complementariedad entre las dos educaciones”, afirma Pedro Santamaría. Finalmente, según Santamaría, también se necesita un compromiso económico. Hay que ser conscientes de que hay que destinar partidas al “mantenimiento de las tecnologías, lo que requiere de unos presupuestos sólidos para ponerse al día porque las tecnologías se están renovando”.

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